Antes no se estilaba que los papás presencien el nacimiento del bebé. En los últimos años se hizo más frecuente y casi todos participan. Es muy bueno para todos, en especial por tres situaciones claves:
a Apoyar a la mamá en la previa del parto mimándola, acompañándola y además ¡controlar todo!
b Estar para recibir juntos al bebé al momento de nacer. ¡Gran primer encuentro de a tres!
c Presenciar el primer control del bebé con el Neonatólogo.