Este año, el Instituto Karolinska en Estocolmo, compartió el premio Nobel de Medicina y Fisiología 2014 entre un científico estadounidense y un matrimonio noruego.
Los premiados son May-Britt y Edvard Moser, directores del Instituto de Neurociencias Kavli, en Noruega, y John O’Keefe de Nueva York, por sus trabajos sobre la representación espacial en el cerebro.
Ellos lograron interpretar los mecanismos íntimos cerebrales para representar el espacio, que nos permite ubicarnos y trasladarnos sin perder la orientacion, ni perdernos.
Se trata de un grupo de celulas, ubicadas en el hipotálamo, región interna del cerebro, que arman un mapa con coordenadas espaciales, para «navegar» en forma segura.
Este avance explica cómo funcionamos habitualmente y también dá respuesta a porqué se pierden estos atributos en situaciones de enfermedad (ej: Alzehimer).
Aunque los estudios de estos tres pioneros de la neurociencia se llevaron a cabo sobre todo en ratones, estudios recientes con pacientes sometidos a técnicas neuroquirúrgicas, han permitido demostrar que el ser humano también dispone de esta compleja interconexión neuronal entre las células de lugar y las células de red que le permite relacionarse y moverse a través de un espacio físico.
O’Keefe , que ostenta el doble pasaporte estadounidense y británico, es en la actualidad director del Centro Sainsbury de Circuitos Neuronales del University College de Londres (Reino Unido), mientras que Moser y Britt dirigen el Instituto Kavli de Neurociencia y el Centro de Biología de la Memoria (KI/CBM) de Trondheim (Noruega).