El Dr. Ruben Sosa encontró con el barrilete el modo de acercarse a los chicos.
Es médico pediatra e infectólogo y creó un curioso método para tratar a sus pacientes, con grandes resultados: organiza encuentros donde les enseña a construir y remontar barriletes. Llegó a reunir 6 mil chicos en sus barrileteadas terapéuticas.
Inicialmente era considerado por algunos colegas como “el tonto de los barriletes”.
¿Quién podía tomar en serio a un hombre grande, que en su tiempo libre jugaba a remontar barriletes con sus pacientes?
Pero fueron apareciendo cambios significativos en la conducta de los chicos.
El doctor Sosa tiene 58 años y hace 33 que es médico del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde, la ex Casa Cuna.
Veía a los chicos mal y se preguntaba cómo serían sanos y que le gustaría reunirse con ellos en salud.
El barrilete es un juguete que se arma y remonta en familia y es el único que hace mirar al cielo, las barrileteadas son un pretexto… llegaron a ir 6.000 chicos
En los distintos encuentros les hacia prometer que no iban a fumar ni a aceptar drogas, menos del 5% de los que entran en las drogas se rehabilitan, la idea era que todo fluya en los chicos de modo natural! Porque lo que hace parece lúdico, pero tiene una base científica. Esta bajando una línea de promoción y protección de la salud. Ningún chico se olvida del momento en que remontó un barrilete, entonces tampoco se va a olvidar de su promesa. Y sirvió.
Otra vez, les pidió que llevaran un juguete bélico. Después hizo fundir ese arsenal de rifles y revólveres de plástico para hacer platos para comedores comunitarios. El lema de estos encuentros era “Acá nada se compra y nada se vende”. Todo es tan simple como reunirse y jugar.
Concluye: “Aprendí mucho como médico gracias a las barrileteadas. Por ejemplo, que es importante acercarse al paciente para conocerlo mejor.”
(Mas info: www.pressreader.com/argentina/clarin/20150915/…/TextView)