Es una afección cada vez más frecuente y sus principales desencadenantes son la exigencia de alto rendimiento y la sobrecarga de tareas a las que están sometidos muchos chicos.
Un ámbito escolar muy competitivo, padres súper estresados y la falta de tiempo libre para que los chicos puedan jugar más o simplemente no hacer nada, se pueden convertir en el caldo de cultivo de síntomas de estrés, una afección que hasta hace poco tiempo era considerada patrimonio exclusivo de la vida adulta.

La sintomatología tiene que ver con alteraciones gastrointestinales como: dolores de panza, diarrea, nauseas, vómitos y con cefaleas, problemas de aprendizaje o cambios emocionales. Los síntomas son la forma que tiene los chicos de decir “basta” a las presiones del entorno: presión de los padres por el rendimiento en la escuela, sobrecarga de actividades etc.

Las condiciones para que el trastorno se desencadene están vinculadas a su familia de origen: padres con predisposición a la ansiedad, sobrecarga en el colegio, ambiente exigente en casa, etc.

Sugerencias para prevenir los síntomas

…tener cuidado con la agenda de los chicos, no someterlos todo el día a actividades y dejarles tiempo para el esparcimiento y el descanso.

…cuidar el nivel de hipercrítica y exigencia de los padres hacia los chicos.

…trabajar el grado de pesimismo o pensamientos negativos de los chicos:”me va a ir mal” “se van a burlar de mi”.

…estar muy atentos, en algunos casos los síntomas pueden llegar a trastornos de pánico y fobias.