“Le detectaron un soplo”

185095371A diario, los pediatras contamos con la importantísima ayuda de los “especialistas”. Ellos se dedican a resolver temas más específicos y puntuales relacionados con la salud de los chicos.  Es el cardiólogo infantil, quien entre otras cuestiones, nos ayuda a aclarar la importancia de algún hallazgo detectado en un control, nos sugiere qué hacer frente a síntomas que presentan los chicos, como en el caso de las taquicardias o los cuadros de baja presión. También son quienes “dan el visto bueno” en la previa de una anestesia, para una tomografía o una cirugía, o asesorándonos con el análisis de la función cardíaca en la práctica deportiva.  Veamos cada tema en cuestión.

“DE CHICA, ME ENCONTRARON LO MISMO”
Dentro de la rutina de la revisación de los chicos se incluye siempre la auscultación del corazón. Ocasionalmente podemos escuchar un “ruido” similar a un “zumbido” que se interpone entre los latidos cardíacos, al que habitualmente se lo conoce como “soplo” y se genera por “turbulencias “de la sangre al pasar rápidamente por el corazón. A este soplo se lo llama “inocente o funcional” por lo que se sobreentiende que no trae ningún problema. Es muy común encontrarlo y puede “aparecer y desaparecer” a lo largo del tiempo.  Para mayor tranquilidad de los padres casi siempre solicitamos la consulta cardiológica, con un ecocardiograma que evidencie la normalidad del caso finalizan las preocupaciones.

“DICEN QUE TIENE UNA CARDIOPATÍA”
Es muy baja la proporción de chicos que presentan una cardiopatía congénita, en estos casos los bebés presentan una alteración en la estructura y forma del corazón generada durante el embarazo.
La más común la “CIV” o comunicación entre los ventrículos (como existe en la vida embrionaria) que aún no se cerró. Esta situación puede persistir durante los primeros meses de vida, y casi siempre se resuelve sola. Los pediatras la detectamos ya que el “soplo” que se escucha no es como el inocente, siendo fuerte y estridente. Existen otras cardiopatías, mucho más raras, y siempre son controladas por el cardiólogo. Alguna de ellas se resuelven quirúrgicamente.

“SIENTE QUE EL CORAZÓN VA MÁS RÁPIDO”
Otro motivo de consulta al cardiólogo infantil, lo constituyen las arritmias. Son alteraciones del ritmo cardíaco, que por momentos puede acelerarse (taquicardia) o presentar latidos adicionales (extrasístoles). En el caso de los bebés, los padres pueden detectarlos de forma casual. Los chicos más grandes pueden referir que “el corazón va rápido” o que sienten “golpes en el pecho”. En todos los casos, aconsejamos realizar la consulta al especialista para descartar causas orgánicas (por suerte, casi nunca presentes).

«LE BAJA LA PRESIÓN MUY SEGUIDO”
Ya en la adolescencia y más frecuentemente en las chicas, aparecen los cuadros de hipotensión, en los que suelen desmayarse por un “bajón de la presión” que aparece frente a situaciones de stress, excesivo calor o por mucho cansancio. Suelen haber antecedentes familiares, y si bien no constituye una enfermedad en sí, cuando los episodios se repiten mucho, vale la pena consultar para ver qué hacer en cada cuadro y cómo intentar evitarlo.

“SE VA A HACER EL PREQUIRÚRGICO”
La tarea más común y de vital importancia que hacen los cardiólogos es la de evaluar si un chico esta” apto” para tolerar sin problemas una anestesia general, ya sea para una tomografía o más aún para una cirugía. Revisan al chico, auscultan su corazón, y realizan un electrocardiograma,
cuya normalidad, avala su dictamen. La otra faceta preventiva tiene que ver con los deportes y la valoración cardiológica en relación a su práctica habitual, que en caso de tratarse de alta competición, se complementa siempre con una prueba ergométrica.

“EL PEDIATRA NOS RECOMENDÓ INTERCONSULTAR”
A manera de síntesis, diremos que….

  • El cardiólogo infantil es para el pediatra y para sus pacientes, un interconsultor muy importante, que ayuda a descartar la presencia de algún problema relacionado con el corazón de los chicos.
  • Además del examen físico realiza estudios para su tarea diagnóstica: electrocardiograma y el eco cardiograma.
  • Remarcamos la importancia de realizar siempre la “interconsulta” con el especialista, y no la “derivación”, es el Pediatra quien conoce el chico y su familia y quien debe decidir la estrategia más adecuada en cada caso.

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