“Le duele al tragar, ¡tiene angina!”

168268897La faringoamigdalitis, popularmente llamada angina, es una de las afecciones más comunes  diagnosticada en la consulta pediátrica. Si bien resulta ser una enfermedad habitual, es bueno aclarar que la garganta inflamada puede ser el primer estadío, el primer paso que dan algunos virus para luego afectar a otros órganos, produciendo otras enfermedades (gastroenteritis, laringitis, bronquitis o eruptivas). En estos casos no es una enfermedad en sí misma.  Veamos qué hacer cuando se trata de una “verdadera angina” y que conducta tomar en el
caso de repetirse varias veces en muy poco tiempo.

“¿ES PARA ANTIBIÓTICOS??? ”
Cuando estamos frente a una angina, lo prioritario en relación al tratamiento, es saber si es causada por bacterias o virus. En el caso de bacterias, la más conocida y respetable es el Estreptococo Beta Hemolítico Grupo A, que suele afectar a chicos a partir de los 3 años (raro antes de esa edad), con mucho dolor al tragar, voz “gangosa”, ganglios en el cuello inflamados y dolorosos, fiebre muy alta, dolor de cabeza y de panza, y al revisar al chico la garganta está muy colorada, con placas blancas o un puntillado rojo (más oscuro) en el paladar. Cuando hay dudas diagnósticas, se realiza el Hisopado de Fauces, que incluye el “test rápido” (resultado en minutos) y el cultivo (24 horas) para tener mayor certeza. Responden “casi mágicamente” a los antibióticos, que proporcionan una gran mejoría después de la segunda o tercer toma.

“ES VIRAL Y SE CURA SOLA”
También los virus pueden ocasionar una angina como una afección por sí sola. En estos casos puede haber garganta colorada y también placas, pero no hay tanto dolor al tragar, los ganglios están poco inflamados, la fiebre no suele ser tan alta y hay síntomas acompañantes, como mocos, resfrío, tos, conjuntivitis o diarrea (todos ausentes en los cuadros  bacterianos). Mencionaremos en particular una angina viral muy conocida, que se presenta con ampollas o llagas, que duele muchísimo (impidiendo tragar hasta los líquidos) y se presenta con fiebre muy alta, mucho decaimiento, y luego de 3 a 4 días, mejora,  apareciendo una erupción ampollar en manos y pies (“ boca-mano-pie”) o una diarrea leve. Todas ellas se curan sin solas, sin dar ningún tipo de antibiótico.

“SALE DE UNA Y SE MATE EN OTRA!”
Cuando las anginas se repiten durante un período breve de tiempo (1 a 3 meses) aparece la  típica preocupación relacionada con las “posibles defensas bajas” o la falta de resolución  de cada episodio (“angina mal curada”).
En primer lugar, lo que debemos hacer es asegurarnos con certeza, de cuál es el agente causal (virus o bacteria) de cada una de las anginas.  Cuando de virus se trata, mucho no hay para hacer, pero cuando se repiten cuadros bacterianos (corroborados siempre por el hisopado), debemos pensar en tres alternativas: fallas en la realización del tratamiento, resistencia bacteriana al antibiótico (poco común) o recontagio de un familiar directo (¿portador?) o de amiguitos del jardín.
Cada caso tiene su forma de tratarse con el objetivo de evitar las recurrencias. Antes (hace 30 o 40 años atrás) se veía a la cirugía de la garganta como una solución.  Actualmente sabemos que puede manejarse bien con estrategias clínicas, sin tener que llegar a una operación.

CONSEJITOS ÚTILES PARA TENER EN CUENTA:
Finalizando, daremos algunos consejitos útiles, acerca de este tema:

– Recordar que la presencia de “garganta colorada” no necesariamente implica una enfermedad en sí que deba tratarse.

– En los casos en los que se indica antibiótico, cumplir con las indicaciones “tal cual fueron prescriptas” (dosis, horarios, duración), evitando así la posibilidad de recaídas.

– Frente a la recurrencia de anginas, recomendamos en primer lugar, consultar siempre  al Pediatra , quien en base a los elementos antes explicados, decidirá la conducta más  apropiada a seguir (estudios, interconsultas).