La salud en la Argentina y Latinoamérica

EN 18 MESES, LA SALUD OCUPÓ SÓLO EL 2,7% DE LA AGENDA LEGISLATIVA NACIONAL ARGENTINA.

Congreso

¿Cuánto les importa la salud a nuestros legisladores? ¿Qué proyectos de ley son los más “exitosos” y qué respaldo científico tienen esas decisiones? ¿Cubren las necesidades de los pacientes? ¿Se traducen en políticas sanitarias efectivas?
En América latina aún persiste la brecha entre las decisiones legislativas y sus resultados.
El relevamiento de la Fundación Directorio Legislativo que se presentó durante un encuentro organizado por el laboratorio Roche y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en Colombia, revisa qué porcentaje corresponden a proyectos de salud y los compara con los proyectos de ley económicos.

Veamos los gráficos:
En proyectos de salud, Colombia lidera la lista: destina un 4,2% del total de sus iniciativas, mientras que en la Argentina, donde en la última década se sancionó una gran cantidad de normas que terminaron por aumentar la judicialización de la salud por las dificultades para su cumplimiento, la proporción de proyectos de salud entre todos los temas cae a 2,7 por ciento. En México, la proporción es de 2,1% y en Brasil, de 1,7 por ciento.

Los proyectos más exitosos son los que cuentan con “padrinos” políticos que los impulsen durante el proceso de discusión o que les interesan a las mayorías del momento.
El cáncer, por ejemplo, de acuerdo con las cifras presentadas, está lejos de ser una prioridad legislativa: aparece en apenas 0,1% de las iniciativas de salud en el Congreso Argentino o 0,2% en el resto de los países, a pesar que la Organización Mundial de la Salud, proyecta para los próximos 15 años un crecimiento sostenido de los casos de cáncer y enfermedades no transmisibles como obesidad, diabetes, hipertensión, entre otras, si los países no implementan políticas sanitarias integrales para revertirlas.
Las conclusiones en la Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa son:
Los legisladores no llegan a dimensionar la importancia de la salud o los ciudadanos no están presionando lo suficiente para que lo hagan.
Para la mayoría de los legisladores, se trata de regular la prevención y el tratamiento, cuando una ley debería alcanzar mucho más, incluidos el monitoreo de los pacientes y hasta los cuidados paliativos. En la Argentina, por ejemplo, cuatro de los nueve proyectos sobre cáncer vigentes son para declarar el día nacional del cáncer de próstata y de mama, y hay uno para darle más autonomía al Instituto Nacional del Cáncer. Votar un día nacional es algo bastante fácil para los legisladores, pero cabría cuestionar si eso realmente genera algo positivo.
El seguimiento que la fundación viene haciendo de la actividad legislativa de la región revela que en los congresos latinoamericanos se sanciona un número constante de leyes todos los años y la política le asigna a la salud una porción muy pequeña, aunque con la educación y la seguridad son los temas que más menciones reciben en los discursos cuando se habla de derechos.

El análisis revela que los poderes legislativos y ejecutivos latinoamericanos comparten varias características:
Falta información cierta y confiable del estado de salud de la población, de la distribución geográfica de las enfermedades, de la infraestructura y de los recursos profesionales disponibles en cada caso. Cada sector del sistema sanitario actúa sin una coordinación que impida malgastar, desviar o perder recursos. Se votan leyes para atender urgencias o conveniencias políticas que van en contra de un sistema de salud eficiente y equitativo. Se legisla y se administra el sistema sanitario por percepciones, con un alto desconocimiento, en la mayoría de los casos, de la evidencia científica disponible y con poco diálogo entre las partes involucradas. Todo esto con presupuestos limitados, descentralizados e ineficientes.

¿La sociedad está dispuesta a aceptar que esa pequeña porción se dedique a designar el día nacional de una enfermedad o debería reclamar algo más elaborado, consensuado, más cercano a la realidad?
No se trata de gastar mucho, sino de invertir bien.

(Fuente: http://www.consensosalud.com.ar/en-18-meses-la-salud-ocupo-solo-el-27-de-la-agenda-legislativa-nacional/)