“¡Tiene una neumonía!”

482912293De tanto en tanto nos enteramos que algún chico está con neumonía y sin saber bien porqué, nos  preocupamos. Sucede por tratarse de una infección de la que se sabe puede complicarse y eventualmente transformarse en algo grave.
Sin embargo, podemos estar tranquilos, la mayoría de los pediatras suelen estar atentos a su diagnóstico y tratamiento precoz y además que desde que existen los antibióticos (últimos 50 años), las neumonías se curan rápida y eficazmente.

“TIENE INFECTADO EL PULMÓN”
La neumonía es una infección del tejido pulmonar. El pulmón es muy parecido a una “esponja bien aireada” o a un “panal de abejas”, cuando es invadido por microorganismos y a su vez, son enfrentados por las defensas (glóbulos blancos y anticuerpos) se forma una “gran masa de pus” que “consolida” el pulmón, dando los síntomas típicos de la enfermedad.
Las bacterias que más comúnmente causan neumonía son el neumococo, el haemóphilus y el estreptococo (afortunadamente existen vacunas contra las dos primeras).
También los virus pueden ocasionar una neumonía, aunque el cuadro clínico y radiológico son diferentes.

“HAY QUE SACARLE UNAS RADIOGRAFÍAS”
Al hablar de neumonía nos estamos refiriendo a un chico con fiebre muy alta (39º/40º) con gran decaimiento (“nunca lo ví así”), pálido, quejoso, poco reactivo, presenta el aspecto de estar muy enfermo.
En los chicos más grandes puede haber (al toser) dolor de pecho puntualmente en la zona afectada o dolor de estómago (reflejo).
Si bien la neumonía puede comenzar “de golpe” lo más común es que aparezca como una complicación posterior a varios días (3 o 4) de tos mocos y fiebre. Sobre todo en los más grandes, en la auscultación, puede evidenciarse la “falta de entrada de aire”en la zona afectada, pero lo más certero es confirmar la sospecha con radiografías de tórax, siempre hay que realizar una toma de frente y otra de perfil, para el diagnostico.

“ESTÁ MUCHO MEJOR”
A partir del diagnóstico clínico y radiológico se comienza con los antibióticos y la me joría es “casi mágica”. Después de 3 o 4 tomas el chico “vuelve a ser el de antes de enfermarse”. El tratamiento completo se prolonga de 10 a 14 días y solicitamos placas de control a realizarse al
mes de iniciado el episodio para confirmar la “curación radiológica”.
En los casos en los que se retrasa el diagnóstico o el tratamiento es insuficiente por fallas en la  administración de los medicamentos, la infección puede extenderse más allá del pulmón, afectando la pleura (tejido que recubre y protege a los pulmones) generando así un derrame pleural,  situación peligrosa que motiva la internación del chico, para drenar el material purulento de esa zona.

“HAY QUE CONSULTAR LO ANTES POSIBLE”
De todo lo dicho anteriormente, se desprenden los siguientes consejos:
• Consultar rápidamente frente a la aparición de alguno de los síntomas mencionados,  sobre todo la fiebre muy alta y resistente, dolor de pecho y decaimiento extremo.
• Llevar a cabo las indicaciones medicas “al pié de la letra” (horarios del antibiótico,  reposo, etc), se trata de una infección de cierta importancia.
• Por tratarse de una infección interna, la neumonía es poco contagiosa, (las bacterias se propagan con la tos), sin embargo se acepta que a partir de las 48 horas de comenzado el tratamiento, el chico deja de contagiar por lo que puede estar en contacto con otros chicos.