Las Farmacéuticas aceleran pruebas de dos biológicos en humanos. ¿Por qué esperar hasta ahora?
En el último brote en África occidental afectó a 9.200 personas y causó la muerte a por lo menos la mitad de los infectados.
El primero de noviembre comenzarán en Suiza los ensayos clínicos en Lausana (Suiza), con humanos de dos vacunas candidatas. Se incluirá a la mitad del total de voluntarios en los que se probará la vacuna y permitirá tener un número suficiente de personas para probar su seguridad e inmunogenicidad, es decir, producir respuesta inmunitaria en el organismo.
La noticia es muy bien recibida, pero expertos de todo el mundo no dejan de preguntarse por qué recién ahora se aceleran los estudios si la fiebre del ébola se conoce desde hace cuarenta años y las dos vacunas empezaron a desarrollarse hace tres lustros. Haciendo eco al comité de expertos de la OMS que en su reunión de fines de septiembre en Ginebra planteo la “urgente prioridad internacional” y preguntaron por las causas de las demoras.
Científicos, algunos de ellos provenientes de los países afectados por el virus, llamaron la atención ante la “indolencia original de los países desarrollados” frente al tema, cuyo potencial de afectación terminó acelerando, finalmente, la búsqueda de una vacuna.
“No tenemos vacuna porque los países de la comunidad internacional no habían sido afectados”, insistieron, “si la crisis generada por el virus hubiera comenzado en un sitio distinto a África, hace rato se habría logrado fabricar una vacuna o un remedio. La misma Margaret Chan, directora de la OMS, afirmó la semana pasada, durante el discurso de apertura del Comité Regional para el Pacífico Occidental en Manila (Filipinas), que no se había invertido lo suficiente para buscarle una cura a esta enfermedad y que la OMS había denunciado el problema.“Nunca había visto –afirmó– una enfermedad infecciosa que contribuyera tan fuertemente al fracaso de los Estados y pusiera de relieve las desigualdades sociales y económicas. Los ricos tienen la mejor atención y a los pobres se les deja morir”.
Por su parte, el venezolano José Esparza, referente del tema de vacunas de la OMS y de la Fundación Bill y Melinda Gates, afirma que antes de esta epidemia no se tenía un sentido de urgencia, pero tampoco era fácil obtener evidencia de efectividad en seres humanos. Valga decir que para probar la eficacia de una vacuna es necesario, paradójicamente, que la enfermedad presente una tasa de infección activa y elevada y aporte casos suficientes para hacer ensayos, pese a que el ébola ha causado 34 brotes en África desde 1976, ninguno alcanzó el nivel actual de expansión y tampoco tuvo un número de afectados suficientes para poder probar una vacuna.
La epidemia, la rápida expansión del virus, la aparición de casos fuera de África y la alarma internacional no sólo reactivaron la investigación, sino que permitieron modificar un poco los protocolos normales en la búsqueda de estos biológicos. El mismo Esparza señala que “si la fase uno demuestra que las vacunas son seguras y que inducen los mismos niveles de anticuerpos protectores que en monos, podría introducirse sin esperar una prueba formal de eficacia”. Si esto se da, el objetivo estaría cumplido y permitiría llevar la fase dos directamente al terreno de los infectados y probarla, inicialmente, en personal médico.
Se trata de las vacunas NIAID/GSK, desarrollada por la farmacéutica GlaxoSmithKline que ya está siendo probada con voluntarios en Estados Unidos, Reino Unido y Mali. La otra es la VSV-EBOV, producida en Canadá, el gobierno donó un importante lote del producto a la OMS, que llegó este martes a Ginebra.
Las voces más optimistas, entre las que están los productores de las vacunas, esperan que a mediados de marzo del 2015 se conozcan los resultados de los ensayos. De ser favorables, el mundo contará con la primera vacuna contra el ébola.
Fuentes:
http://www.proyecto-
http://www.