Cuando llega el verano y el tan esperado calorcito todos hacemos planes para pasear en el fin de semana. Pero, ¿cómo manejarnos con los chicos y el sol? ¿Qué es la insolación y cuáles son los tipos de quemaduras más frecuentes? ¿Qué hacer para evitarlas? Veamos…

“CUANTO MÁS CHICOS, MÁS SENSIBLES…”
La piel está compuesta por varias capas que actúan como barrera protectora frente a la agresión de gérmenes, agentes químicos y físicos. Los rayos solares, en gran medida, son “filtrados y absorbidos” generalmente sin causar daño. En los chicos, especialmente en los bebés, la piel es muy delgada y mucho más vulnerables a la acción irritante del sol. A medida que los chicos van creciendo el espesor de la piel aumenta y la susceptibilidad es menor, recién entonces los cuidados pueden ser menos “estrictos”.

“ESTA NOCHE VA A ESTAR COLORADO…”
Cuando tomamos sol inicialmente la piel se inflama, notamos que comienza a enrojecerse y posteriormente se pone tensa por el hinchazón o edema y aparece dolor.
Si la exposición fue intensa y “muy de golpe”, se va a “pelar” en los días siguientes porque los tejidos desvitalizados se reemplazarán por piel nueva. Cuando la cantidad de radiaciones recibidas es mayor aparecen ampollas pequeñas, luego se hacen mucho más extensas y al romperse pueden infectarse con facilidad.
De acuerdo a la magnitud de los signos y síntomas descriptos se define el grado de quemadura producida, que estará en relación a la cantidad de horas y el horario que el chico estuvo expuesto al sol y su edad.

“ESTÁ CON FIEBRE, ME PARECE QUE SE INSOLÓ…”
Cuando los chicos toman sol por primera vez en la temporada y aunque no esté “muy fuerte”, si están expuestos durante muchas horas, en ocasiones pueden aparecer en los chicos un gran decaimiento, fiebre alta, dolor de cabeza, sed intensa y piel enrojecida, tensa y “lustrosa”. Estamos entonces en presencia de la comúnmente conocida“insolación”.
En los casos de insolación recomendamos:
· Administrar medicamentos con acción antipirética/analgésica (ibuprofeno oparacetamol)
· Realizar baños de inmersión con agua fresca (no fría) cada 3 a 4 horas.
· Luego del baño, pasar reiteradamente una crema humectante, para rehidratar la piel.

¿CÓMO PREVENIR?
Tener en cuenta que…
– los bebés menores de 6 meses no deben exponerse al sol bajo ninguna circunstancia.
– a partir de los 6 meses la exposición al sol debe ser progresiva, “de a poco” para que el chico y su piel se vayan adaptando a lo largo de los días.
– es importante el uso de gorras o sombreros con viseras y refrescarles la cabeza seguido.
-respetar estrictamente los horarios “peligrosos” , aprox. de 11 a 17 hs, para evitar los rayos solares más perjudiciales.
– utilizar protectores solares que se adecuen a cada edad:
-hasta los 2 años protegerlos con factor de protección solar (fps) alto mayor de 45.
-de 2 a 8 años: con fps de 25 a 30
-mayor de 8 años: fps de 15 a 20
– renovar el protector solar 2 a 3 veces al día, para lograr el efecto deseado.

DIGAMOS PARA FINALIZAR
Cotidianamente es un tema muy consultado pero poco claro a la hora de tomar recaudos.
Los inconvenientes generados por “tomar sol” son más frecuentes de lo que se supone, por lo que siempre se justifica consultar a un profesional que aconseje acerca de cual es la mejor estrategia a seguir en cada caso.