No sólo debemos cuidar la salud de los chicos, los adultos también deben aplicarse vacunas.

La vacunación en adultos es clave para evitar la reintroducción de enfermedades que han sido controladas gracias a las vacunas. Aunque muchas de estas infecciones han disminuido significativamente, una reducción en la cobertura vacunal puede facilitar su reaparición, afectando a poblaciones vulnerables y generando brotes inesperados. Al mantener el esquema de vacunación actualizado, los adultos no solo protegen su propia salud, sino que también contribuyen a la inmunidad colectiva, reduciendo la circulación de patógenos y evitando que enfermedades prevenibles resurjan en la comunidad.
En un mundo globalizado, los viajes y el contacto con personas de distintas regiones pueden exponer a los adultos a microorganismos que aún circulan en otros países, aumentando el riesgo de transmisión. La vacunación continua no solo protege contra enfermedades comunes, sino que también prepara al organismo para posibles epidemias emergentes, asegurando una respuesta inmunológica óptima ante nuevos desafíos. Priorizar la inmunización en todas las etapas de la vida es una estrategia fundamental para preservar la salud pública y evitar el retroceso en los avances alcanzados.
Podés chequear el calendario de vacunas para adultos en este link: